El efecto Axe

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Resulta que iba yo, tan campante a la uni en la villavesa, cuando hete aquí que me asalta una señora mayor de esas de vestidos estampados y simpar don para la palabra (usease una maruja).
Pues todo el viaje comiéndome la oreja. Y no sólo eso, es que además a la vuelta otra señora se me ha sentado al lado y se me ha puesto a hablar. Sinceramente, no se que les doy que les vuelvo locas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo Si k lo se jeje!!!